Las consultas de muchos neuropsicólogos y también de pediatras se están llenando de pequeños adictos. Los efectos pueden pasar de un mal humor constante y conductas violentas a diagnósticos de déficit de atención o hiperactividad.
La Asociación de Pediatría Canadiense ha publicado recientemente sus recomendaciones respecto al consumo de medios digitales en edades tempranas. Se parecen mucho a las recientes de la Academia Americana de Pediatría.
El consumo de pantalla por encima de lo recomendado por las principales asociaciones pediátricas en el mundo puede contribuir a un déficit de aprendizaje, a una pérdida de oportunidades de relaciones interpersonales, a la impulsividad, a la inatención, a la disminución del vocabulario, a problemas de adicción y de lenguaje. La lógica es que la atención que un niño presta ante una tableta no es una atención sostenida, sino una atención artificial, mantenida por estímulos externos frecuentes e intermitentes.
En definitiva, hoy sabemos que los niños no aprenden a través de una pantalla, sino mediante la experiencia con lo real y a través de sus relaciones interpersonales con una persona sensible. Y los dispositivos, por muy sofisticados que sean sus algoritmos, carecen de esa sensibilidad.
El cerebro humano está hecho para aprender en clave de realidad y los hechos nos indican que los niños aprenden a través de experiencias sensoriales concretas que no solamente les permiten comprender el mundo, sino también comprenderse a sí mismos. Todo lo que los niños tocan, huelen, oyen, ven y sienten deja una huella en su mente, en su alma, a través de la construcción de su memoria biográfica que pasa a formar parte de su sentido de identidad.
Y eso de que perderán “el tren” u “oportunidades laborales” por no saber usar una tableta... Pues quizá ya es tiempo de que borremos esas arcaicas ideas de nuestras acomplejadas mentes de inmigrantes digitales. La tecnología está programada para la obsolescencia, como es lógico. Es ley de mercado.
Limitar el tiempo de medios digitales para los niños de menos de 5 años
1. Nada de consumo para los niños de menos de 2 años
2. Menos de una hora al día para los niños de entre 2 y 5 años
3. Nada de consumo una hora antes de ir a la cama
4. Nada de consumo pasivo de pantalla en los parvularios (o sea, nada de películas comerciales)
5. Concretar tiempos libres de pantalla durante las comidas y durante el tiempo de lectura
Atenuar los riesgos asociados con el consumo de medios digitales
6. Controlar el contenido y estar, en la medida de lo posible, con el niño mientras consume pantalla
7. Dar prioridad a contenidos educativos y adaptados a la edad de cada niño
8. Adoptar estrategias educativas para la autorregulación, la calma y el establecimiento de límites
Estar atento a la utilización de las pantallas
9. Tener un plan (no improvisar) respecto al uso de las pantallas en el hogar
10. Ayudar a los niños a reconocer y cuestionar los mensajes publicitarios, los estereotipos y otros contenidos problemáticos
11. Recordar que demasiado tiempo dedicado a las pantallas deriva en oportunidades perdidas de aprendizaje (los niños no aprenden a través de la pantalla en esas edades)
12. Recordar que ningún estudio apoya la introducción de las tecnologías en la infancia
Los adultos deberían dar el ejemplo con un buen uso de las pantallas
13. Sustituir el tiempo de pantalla por actividades sanas, como la lectura, el juego exterior y las actividades creativas
14. Apagar los dispositivos en casa durante los momentos en familia
15. Apagar las pantallas mientras no se usan, evitar dejar la televisión “siempre puesta”
Fuente: http://www.religionenlibertad.com/consejos-practicos-concretos-los-pediatras-para-crear-58582.htm